martes, 25 de noviembre de 2014

Rosa mosqueta...

Y algún que otro algodón 


Me desperté y estaba ahí, desde el esternón hasta la punta de las costillas, enorme, roja, incandescente. Es gigante, profunda y tiene una pinta malísima. Llevo un rato intentando cerrarla con las manos como si fuera yo cirujano o algo, pero no, se nota que alguien ha metido la mano sin delicadeza y lo ha puesto todo patas arriba, incluso puede que se llevasen alguna pieza blanda pero necesaria, porque ahora nada encaja.

Desinfectada y con un color menos malsano he conseguido coser una parte, ahora viene otra guarrada, esto supura y tira, te mueves y punto arriba punto abajo explota a ratos y tienes que volver a empezar con las curas, un odisea para mi que no recordaba que lo de dentro cuando está fuera escuece.

Alguien me dijo una vez que para las cicatrices lo mejor es la rosa mosqueta y por eso he confeccionado un chaleco con algodones bien empapado que llevo por coraza, es agradable y el frío/calor una sensación placentera, todo bien tapado, todo bien guardado.

Y cuando parece que sale costra y que cura te dicen que algún día será verano y tendrás que sacar de nuevo las costillas al viento y no quieres ni imaginar lo que tiene que ser eso, la sal o la arena y ni hablar del cloro.

En el fondo solo es una herida...



Buen martes a todos :) 

13 comentarios:

Maia dijo...

A mi las heridas abiertas se me curan con papel, el de los libros, me los leo y me hago emplastos con sus hojas empapadas en algún perfume nuevo o algún pintalabios rojo que también podría dibujar mi sonrisa.

Pero en estos casos lo importante siempre es el tiempo, que es verdad que todo lo cura. A veces nos parece que la postilla ya está dura, empezamos a hurgar porque nos molesta y vuelve a sangran, aunque nunca con la fuerza del principio.

Por mi parte te diré que también estoy hibernando rodeada de libros y películas ;)

Un beso gordo!

Anita Patata Frita dijo...

Maia: pues sí los libros también son sanadores :)

Ursulinska dijo...

Todo bien, patatilla??

Anita Patata Frita dijo...

Ursulinska: poco a poco...

Cabgue dijo...

Un abrazo muy grande, de esos que hacen que la herida duela un poquito menos.

Anita Patata Frita dijo...

Cabgue: Muaks!

Anónimo dijo...

Un abrazo y a cuidarse, que ahora en invierno con la manta y los tes y los chocolates cuesta menos! Y una serie chachi o un libro entre las manos y ya lo tienes. Mucho animo Patatuela!

Anita dijo...

Uf, Patata, me ha dado un escalofrío leerte. Espero que no sea demasiado profundo, algo que tenga cura y que no requiera hospitalización. Un beso gordo.

mc clellan dijo...

Como relato es muy intenso. Y como no sé si hay parte autobiográfica o no, por si acaso, un abrazo intenso y una botella de 'a litro' (patata frita al aceite de rosa de mosquea... parece un plato de la carta de un restaurante de mucho postrero, jejeje)

Anita Patata Frita dijo...

Anónimo: Gracias!

Anita: tranquila que solo es una herida :) y salud hay para rato #tocomadera

McClellan: se agradece ese abrazo.

Sophie dijo...

Leer, leer y leer. Da igual que sean buenos libros o chick-lit o como se escriba.
Ver series, una tras otra. Reír sin parar. Desconectar.
Hacer deporte. Oxigenarte.
Quizás éstos sean mis remedios favoritos, los que me han ayudado a cicatrizar mejor, los que han hecho una postilla robusta :)

Gely dijo...

Madre, qué bien escribes, el que más y el que menos ha pasado por eso. Hace cosa de un año me comré una lámina que dice "the cure for anything is salt water: sweat, tears or the sea".
Besete! ;)

Anita Patata Frita dijo...

Sophie, Ggely: gracias por vuestras palabras :)