Se detiene
Y quizás por eso me gusta el tren.
Porque es de los pocos momentos de mis días que "no-hago-nada", literal, antes leía, estudiaba, hablaba con Cris de lo que hicimos la noche anterior, le lloraba a quien se sentara al lado de Edu para que no nos separasen, buscaba al guapo del vagón, comía Doritos, miraba mil millones de veces que mi enorme maleta no la robase nadie ¡Cómo si eso fuera fácil de levantar!, hablaba por teléfono con toda la gente que me esperaba en alguna ciudad en feria y fiestas,...
Ahora subo, coloco a Lola en frente de mi y miro por la ventana. Fin.
Si cambiaran en Renfe algunas cosas como su web, los trenes del pleistoceno, una tarifa más barata y sobre todo una tarifa más barata para mascotas, sería todavía más placentero, pero bueno, al menos me da una hora de placer cada cierto tiempo ¡Ah! Y viva el vagón silencioso ¡Viva!
Buen miércoles a todos :)
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