jueves, 30 de abril de 2015

Nos gustan los bares de viejos...

Y los colchones caros...

Nos gusta que tenga solera, que nos atienda un camarero con camisa blanca y pantalón negro cogido por un cinturoncillo de piel dudosa, que tenga parroquianos en la barra, familias al completo suegra incluida en el pack al fondo, ensaladilla de las que engordas de solo pensar en ella y los postres caseros caseros de verdad de la buena, que se pueda hacer tanta sobremesa como te plazca y que por fuera dudes si entrar o no por si luego te tienes que inmolar con la ropa puesta del olor a calamares y croquetas, nos gusta leer la carta y entender lo que estás pidiendo y nos encanta que al ir a pagar siempre nos parezca barato.

Pero luego hay otras cosas que si las ponen muy baratas ya no nos gustan...



¿Por qué somos así? Ains hijos míos no lo sé y yo no voy a descubriros los misterios del ser humano un pre-festivo, pero sí que os garantizo que después del día que llevo, hoy voy a cenar en un bar de viejos y mañana que salga el sol por donde quiera.

Buen jueves a todos :)

 
Pd.- Creo firmemente que debería existir una app para localizar los mejores bares de viejos en cada ciudad, ahí os dejo una idea a desarrollar, que maja soy y gratis, aunque lo mismo como es gratis os parece mala y no la queréis, visto lo que hacéis con los colchones.
 

2 comentarios:

V dijo...

Jajajjaa yo tb soy de bares de viejos, bueno mas bien mi chico q me arrastra, ve un bar con pinta de cutrecillo, y paisanos dentro, y ala, allá q tenemos q entrar . Los modernos de chuminás dice q pasa. Yo usaría la aplicación

Anita Patata Frita dijo...

V: tu chico sí que sabe jeje pues nada tenemos que hacer la app ya!