Porque la primavera puede llegar cuando ella quiera, pero eres tú quien la saca de paseo
En estos momentos me encuentro con un dilema armarístico de tres pares de patatas. Dicen que ha llegado la primavera, incluso hay días que las temperaturas lo corroboran, no todos, y a mi ya no me apetece ponerme colores oscuros, ni botarros, ni abrigos gordos, un minuto de silencio por mi maravillosa ropa de invierno,... pero tampoco hace como para tirarme de corteza a los tonos pastel, decir adiós a las medias o sacar los pies al sol. Total, todo drama.
El invierno es mi zona de confort, sé en todo momento qué ponerme y qué no ponerme. El verano lo llevo, no lo domino del todo pero puede que desde fuera lo parezca. El otoño es otra casuística en la que también estoy cómoda, puedes apostar por abrigarte un poco más y nadie te mira mal. La primavera, la primavera es un coñazo tostón, no hay forma humana de acertar.
Para no sufrir más de la cuenta os diré que en primavera siempre a mano:
la cazadora vaquera, las camisas blancas y los mocasines, sí,
oficialmente durante la primavera soy estilísticamente una señora mayor.
No os encaprichéis mucho de lo que pongo en estos collages, todo es de Net-a-porter, vamos riñón y medio cada cosita, pero todo monísimo.
Buen fin de semana a todos :)
2 comentarios:
aqui es otoño.Estoy en la otra punta del planeta Tierra.me gusta tu blog.hoy esta humedo y caliente y hay pronostico de tormenta.de abrigos me gustan los trench y el verano llega a ser algo fastidioso cuando uno suda el doble. Ducha al llegar a casa y mucha bebida fria.el problema es la ropa interior para esos dias pues debe ser de algodon para no transpirar.
No puedo con la primaveraaa!!! Para mí también es drama. Me veo demasiada lorza, demasiados pelos y demasiado blanca para la ropa primaveral. Mis pies sufren mucho la transición calcetin-pinki- a pelo, sudo, me canso más, en fin... sobreviviré como lo he hecho antes, no es "pá tanto" jaja
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