Eres realmente relamido,
pijo y estirado,
tú eres el lado malvado.
De lejos eras un no,
de frente un quizás,
era olerte y el sí venía detrás.
Te quité las capas.
Te despojé de la corbata,
del chaleco y del cinturón prieto.
Te tengo en mi terreno,
te tengo a piel y fuego.
El problema no eras tú, ni yo, ni nada.
El problema era que aún no te tenía en mi cama.
Buen fin de semana a todos :)
Ella pone las canciones que le hablan de huida,
y las vuelve a oír, y las vuelve a oír una y cien veces más.
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