martes, 30 de octubre de 2018

Una vez más he caído...

Otra vez he comprado algo por verlo en un vídeo de Youtube, ea, la Patata es débil

Hace una semana un tutorial prometía descubrirme una base matificante, duradera, maravillosa y sobre todo barata, vamos, “la base” para lo que es mi piel grasa. La base es de Catrice y tiene un precio de 7,99€, #comprarya. La tengo desde hace una semana y la he probado tanto de diario como de días de ir un poco más compuesta, y sí, es muy top. Pocas pegas que ponerle, solo un par.

Quizás la gama de colores en general es un poco clara si sois morenas, pero si sois color pescadilla de pincho como yo está muy requetebién. Otro detalle que no me gusta demasiado es que es de gotero, ahora todo va con gotero, y me me parece un poco plffff, no termino de pillarle el truco y siempre pienso que me voy a manchar entera, todo es cogerle el truqui, o eso espero.

No la voy a catalogar de la mejor base del universo, para mi la que mejor me funciona es de Chanel y cuesta 36€, pero sí que es la más parecida a la suelo utilizar y con un precio mucho más llevadero a la hora de reponerla. De momento me la quedo.
 Base Maquillaje Catrice 7,99€

Y para terminar de generaros un poco de ansia viva os voy a poner las tres cosas, tres literalmente, que he comprado en Zara. Ya os he comentado que no estoy muy compradora, ni inspirada en ello, pero como esta temporada las tendencias que hay me parecen tan mi rollo que no he podido evitar caer en lo que para mi son básicos: una falda, un vestido y una camisa blanca.

Cuadros, leopardo y blanco, sin más. Las tres piezas combinan con todo lo que tengo en el armario y creo que son una forma de introducir algo nuevo y no terminar por morir de aburrimiento con todo lo que tengo de años anteriores, y que pienso seguir utilizando, el tema es que solo os puedo poner foto del vestido porque tanto la camisa blanca como la falda colegial han volado, literal.

Vestido Zara Niños talla es la 11-12 años (1,52cm). 

Año tras año compro más bragas y calcetines y menos ropa, la patato vejez que mala es.

Buen lunes a todos :)

miércoles, 24 de octubre de 2018

Tengo miedo…

Soy miedosa por naturaleza, no es nada nuevo

Desde que era bien pequeña el miedo era una de las cosas que más me ha marcado, es innegable, soy una miedica. Tengo miedo a las atracciones, a las películas de terror, a la oscuridad, a las alturas, a la enfermedad, al error, a la injusticia… No es un miedo leve, no, es un miedo real.

No es que no pueda vivir con ellos, puedo, pero me hacen replantearme muchas cosas, desde la más obvia, que puede ser no ver cine de miedo, a la más rara y que no pienso contar aquí, un poco de miedo al ridículo también tengo.

El domingo pusimos en casa el primer episodio de la aclamadísima The Haunting of Hill House, serie de Netflix que está rompiendo moldes, pues no lo hagáis si tenéis miedo del de verdad, no del de “yo veo pelis de miedo si es acompañada”, no eso no es miedo, si lo pasáis verdaderamente mal, os palpita el pecho y dejáis cuatro días de miraros de noche a los espejos, ni le deis al play.

Si os gusta el género lo vais a disfrutar de lo lindo, yo no. Casualidades de la vida, también esta semana, en El Faro, programa de radio nocturno que sustituye Hablar por Hablar en las noches de la Ser, le dedicaron un programa al miedo, todo eran señales. En esta ocasión los miedos eran más reales, más del día a día, ese miedo a la enfermedad, a las alturas, a perder a alguien querido,… El miedo de andar por casa, que si lo piensas quizás es más fuerte que el que producen los fantasmas en HD.

Y dándole vueltas al tema, e intentando borrar de mi mente la dichosa serie pero nada, creo que por mucho miedo que le tenga a la oscuridad con solo encender la luz se va, pero hay miedos para los que no existen interruptores que valgan.

Ojala mis miedos de andar por casa nunca se hagan realidad

Buen miércoles a todos

viernes, 19 de octubre de 2018

Adicciones confesables

Soy adicta a tantas cosas que una más o una menos no me salvará del infierno

Llevo días sin venir, sé que lloráis mi ausencia, tenéis que disculparme pero la vida no me da, que diría nuestra querida LuciaB, estoy hasta las orejas de cosas que hacer, la gran mayoría las llevo todas en rueda y no veo el momento de terminarlas (no organicéis una boda, primer aviso).

Y como tenía un mono enorme, King Kong en mantillas, de venir a daros una chapa de las mías, y para solventar el problema he pensado que un post de estos clásicos, de estos que hacemos así como churros, sería lo mejor, además tengo un par de cosas que tengo que ensalzar ante el mundo porque me están dando la vida.

La primera adicción confesable del mes es tecnológica, es divina, es cara pero merece la pena, es un regalo que no olvidaré, gracias chicas y chicotes jiji,… ¿Qué es? Los AirPods, sí patatolectores, mis amigas en la despedida me los regalaron y desde entonces son una prolongación de mis orejas. ¿Hola? Cómo vivía yo antes sin esto, mis horas despierta en este mundo se basan en hacer veinte cosas a la vez y poder hablar por teléfono, sin cables, mientras continúo con mis cosas es lo mejor del universo, fin. Cada euro que valen merece la pena 100%, os los recomiendo con toda mi alma, si ahora mismo los pierdo mañana necesitaría otros sí o sí.



La segunda adicción, y es casi real porque me lo bebería, es el agua micelar de Garnier con aceite, sí con aceite, esa palabra que era lo que me alejaba de ella hace unos meses ahora me une. Siempre he usado la clásica, la rosa, pero un día vas a la droguería, porque literalmente no te queda ni una gota de la tuya, y no queda de la rosa… ¡Drama! ¿Drama? ¡Para nada! Cojo una botellita de agua micelar con aceite y me la juego, que la vida es para los valientes, y efectivamente, de un envalentonamiento del cual pensaba perder los 4 euros aprox. que cuesta he sacado el amor de mi vida.

No la había comprado antes porque al tener la piel grasa me alejo lo más que puedo de los aceites, error, no todos van mal ni aportan “grasa” como tal, en este caso ayuda a remover mucho mejor el maquillaje, el olor es increíble y al terminar de usarla no queda ni rastro de sensación grasa en la piel, pues lo dicho, un diez.

Y poco más que destacar en la patato rutina, entre las vacaciones tardías y el circo de vida que llevo estos meses no he tenido tiempo ni de pensar en chorradas para contaros, y mira que seguro que tengo en el fondo de esta cabecita unas cuantas, el ritmo no me permite asimilar, retener y contar tanto como me gustaría. ¡Pero si ni siquiera he comprado ropa! ¡Ni zapatos! ¡Ni bolsos! Pero en qué me está convirtiendo la vida…

Dadme unos meses, volveré a ser la que era, palabra de patata derrochadora.

Buen viernes a todos :)

Pd.- Me encantan los jueves de invierno, esta noche ponen Cuéntame y lo puedo ver en bata, soy una señora patata mayor la mar de feliz, las cerves ya mañana que por eso también me encanta el viernes, que una es vieja para lo que quiere.