Porque hay cosas que ya no quieres en tu vida
Y menos en tu armario. Mi nivel de acumular ropa está en un punto tan comedido que me asombro, me asombro para bien, todo sea dicho. El viernes me vine muy arriba, tanto que han bajado las temperaturas diez grados para compensar mi nivel de optimismo, y realicé el temido cambio de armario de invierno a primavera-verano.
Soprendentemente, y de forma natural, me deshice de cosas que este invierno no había usado y de lo que tenía guardado muchas de las cosas que pretendían volver a mi armario se quedaron con las ganas porque mi lado racional dijo "no hermana, tú ya no pegas conmigo", no había dudas, ni por si acasos ni nada de nada, solo una seguridad pasmosa de lo que ya no va conmigo.
He llegado a varias conclusiones en todo este tiempo que escribo sobre lo que me pongo o me dejo de poner, que lo mismo habrá quien piense que un blog en el que narras las aventuras y desventuras de tu armario y tú es una página para fardar de lo que compras, para que te digan que estás guapa con todo o para tener una excusa para acumular ropa como una descosida, pero mira a mi me sirvió para otra cosa totalmente diferente.
Me sirvió para:
- Sacarle más partido a mi ropa porque al hacerme una foto cada día, las podéis ver en Instagram o en 21Buttons, era más consciente de que tenía que rotar prendas y hacer combinaciones nuevas para no aburrir y no aburrime yo.
- Las prendas con más años en mi armario siempre son las que más utilizo y las que más juego me dan, y suelen ser casi todas un poco más caras de la cuenta. Una prenda que lleva contigo 10 años tiene que tener buena calidad y si ha sobrevivido tanto es porque realmente te gusta y te hace un buen apaño en el plano que sea.
- Compro casi siempre en rebajas, como realmente tengo de todo me parece absurdo comprar en temporada a menos que algo me guste mucho o me haga falta. Las rebajas es una forma de renovar prendas y actualizar el armario sin cargarme la cuenta corriente ni la conciencia.
- No me gustan los pantalones, que sí que tengo, que me los pongo, que algunas veces hasta me veo mona, pero no, quizás los shorts sí que les doy un pase, pero los pantalones largos los tengo porque los tengo que tener y solo cuento con 3 pares de Levi's en el armario y algún pantalón de verano. Me veo muchísimo más favorecida con faldas y vestidos y prácticamente comprar pantalones es algo que ni me planteo.
- No tengo ropa de salir. Antes aquellos maravillosos años en los que era joven y alocada, tenía prendas para fin de semana y prendas para entre semana, prendas para currar y prendas para salir con las amigas, incluso había una barrera infranqueable a la hora de utilizar una de esas prendas fuera del día que les tocaba. ¡Qué cosa más absurda! Ahora utilizo indistintamente la ropa para cualquier momento u ocasión, quizás los tacones más altos no los uso a diario porque ando mucho, pero todo lo demás solo hay que saber combinarlo para que te aporte un estilo u otro. Cuánta ropa desaprovechada por esas manías absurdas.
Quizás todo esto se resume en algo más sencillo y que va asociado a cumplir años y a la seguridad en uno mismo, ahora solo me visto con lo que me gusta, lo que me hace sentir bien, sin pensar en el qué dirán o en lo que usan otros, quizás he aprendido a ignorar los "¿Dónde vas tan guapa hoy lunes?" Y he aprendido a decir bien alto, "¡Pues donde me de la gana!".
Buen lunes a todos :)
Pd.- Tengo otro post en la recámara de los mitos que me paso por el alto de la tapia del cambio de armario, si no lo hago luego me recordáis, puede dar mucho juego.