Me he dejado la semipermanente
"¿Y a mí qué?", efectivamente, mis uñas no son un tema de estado, pero para mí son algo importante. La primera vez que "me hice las uñas", o lo que viene siendo ir a un salón de uñas a que te realicen la manicura semipermanente, fue 3 días antes de casarme.
En ese momento descubrí la fantasía de tener las manos preciosas y me enganché. En contraprestación a esto descubrí la sensación de impotencia de no poder quitármelas cuando yo quisiera, ¡oucht! De eso que te haces un piquete y tienes que vivir con él hasta que pasen otras dos semanas, y eso no va conmigo, o vamos bien o no vamos.
Tras muchos meses adicta al quita que te pone a la semipermanente llegó una pandemia, ahí me tienes echando acetona como si no hubiera un mañana, que quizás no lo habría, para quitar aquello, ¡drama! Y en ese momento decidí que no introduciría más cosas incontrolables en mi vida.
Estamos rodeados de situaciones incontrolables, un retraso en el tren, una caída de Whatsapp, una señora que te pilla el pie con el carrito en el súper, ... Yo paso de tener uñas que no están bajo mi control si viven en mi cuerpo, he dicho.
Pensaréis que es la tontería más gorda que habéis leído esta semana, pero os garantizo que a los neuróticos del control tener un algodón con acetona a mano puede que nos de una estabilidad mental que ni con todas las horas de terapia del mundo alcanzaríamos.
Buen día a todos :)
7 comentarios:
Pues estoy contigo...la verdad es que se quedan de lujo y son "a prueba de bombas". En mi caso fue el peaje de cómo quedaron las uñas tras quitar el esmalte, ¡Casi 4 meses les ha costado recuperarse!
Q: Pfff eso es que no te lo cuenta nadie, pero por muy bien que te las hagan, o te las quiten, quedan muy regulinchi.
a mi no me parece tontería... como íbamos de vacaciones en marzo a Canarias me las puse en color "vacaciones" (un coral muy bonito)... pero a la vuelta hospitalización de mi suegra, diagnóstico muy complicado...y días y noches que solo estábamos en trabajo o en hospital.. hasta el desenlace.
todo ese tiempo yo estaba con mis uñas color coral, cada vez más largas, más rotas, con la base natural más larga... de verdad que me sentía tan fuera de lugar que escondía las manos todo el rato y no os cuento lo incómoda que me sentí el día de tanatorio, funeral y entierro.
decidí quitármelas después de eso y aunque me las hacía en un sitio buenísimo quedaron, como quedan... y recuperarlas fue largo, la verdad.
parece que estamos montando una asociación jajaja
María Basadre
María: fíjate como algo tan "tonto" como unas uñas dice tanto en un momento tan duro para quien lo lleva, las cosas más sencillas me hacen pensar y reflexionar mucho sobre cosas muy importantes. La asociación la tenemos ya montada de hace años jeje. Siento lo de tu suegra, un abrazo para todos.
Uy Patata y comentaristas, os entiendo muchísimo porque con la semipermanente estamos sometidas a depender de los demás para que nos la quiten, pero a mí me ha pasado lo contrario: tuve una hostia personal/laboral muy muy fuerte en junio y he pasado un verano de lo más regulinchi, por decir algo suave. Tras dejar pasar el tiempo y acudir a terapia desde julio esta semana me las volví a hacer (junto con peluquería) porque tenía una enorme necesidad de CAMBIO y de verme bien. Lo que hace el coco, por dios!!!
¡Ufff! De tonterías nada, Patata...
Con el control no se juega. La semipermanente es un arma de doble filo:cuando están bien son divinas. Pueden animarte cuando no estás en tu mejor momento como comenta mala_persona. Pero cuando se estropean se convierten en una divina comedia que no hace ni pizca de gracia... Siento mucho lo que te ha ocurrido, María. Y ya de las uñas escombro que se te pueden llegar a quedar (he notado que el tiempo de recuperación es proporcional al tiempo que llevas haciéndotelas sin trgua).
Patata, me alegra leerte ☺️
Un abrazo de Limón 🙃
Mala_Persona: que interesante es plantearlo así, no lo que te hace depender sino lo bien que te sientes, tienes toda la razón. Espero que todo marche bien.
Lemon_Chaos: Exacto, son completamente un arma de doble filo, muy bien explicado en dos palabras. Yo también me alegro de leeros.
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