lunes, 30 de abril de 2018

La facilidad del tirar...

Porque hay cosas que ya no quieres en tu vida

Y menos en tu armario. Mi nivel de acumular ropa está en un punto tan comedido que me asombro, me asombro para bien, todo sea dicho. El viernes me vine muy arriba, tanto que han bajado las temperaturas diez grados para compensar mi nivel de optimismo, y realicé el temido cambio de armario de invierno a primavera-verano. 

Soprendentemente, y de forma natural, me deshice de cosas que este invierno no había usado y de lo que tenía guardado muchas de las cosas que pretendían volver a mi armario se quedaron con las ganas porque mi lado racional dijo "no hermana, tú ya no pegas conmigo", no había dudas, ni por si acasos ni nada de nada, solo una seguridad pasmosa de lo que ya no va conmigo.

He llegado a varias conclusiones en todo este tiempo que escribo sobre lo que me pongo o me dejo de poner, que lo mismo habrá quien piense que un blog en el que narras las aventuras y desventuras de tu armario y tú es una página para fardar de lo que compras, para que te digan que estás guapa con todo o para tener una excusa para acumular ropa como una descosida, pero mira a mi me sirvió para otra cosa totalmente diferente.

Me sirvió para:

- Sacarle más partido a mi ropa porque al hacerme una foto cada día, las podéis ver en Instagram o en 21Buttons, era más consciente de que tenía que rotar prendas y hacer combinaciones nuevas para no aburrir y no aburrime yo.

- Las prendas con más años en mi armario siempre son las que más utilizo y las que más juego me dan, y suelen ser casi todas un poco más caras de la cuenta. Una prenda que lleva contigo 10 años tiene que tener buena calidad y si ha sobrevivido tanto es porque realmente te gusta y te hace un buen apaño en el plano que sea.

- Compro casi siempre en rebajas, como realmente tengo de todo me parece absurdo comprar en temporada a menos que algo me guste mucho o me haga falta. Las rebajas es una forma de renovar prendas y actualizar el armario sin cargarme la cuenta corriente ni la conciencia.

- No me gustan los pantalones, que sí que tengo, que me los pongo, que algunas veces hasta me veo mona, pero no, quizás los shorts sí que les doy un pase, pero los pantalones largos los tengo porque los tengo que tener y solo cuento con 3 pares de Levi's en el armario y algún pantalón de verano. Me veo muchísimo más favorecida con faldas y vestidos y prácticamente comprar pantalones es algo que ni me planteo.

- No tengo ropa de salir. Antes aquellos maravillosos años en los que era joven y alocada, tenía prendas para fin de semana y prendas para entre semana, prendas para currar y prendas para salir con las amigas, incluso había una barrera infranqueable a la hora de utilizar una de esas prendas fuera del día que les tocaba. ¡Qué cosa más absurda! Ahora utilizo indistintamente la ropa para cualquier momento u ocasión, quizás los tacones más altos no los uso a diario porque ando mucho, pero todo lo demás solo hay que saber combinarlo para que te aporte un estilo u otro. Cuánta ropa desaprovechada por esas manías absurdas.

Quizás todo esto se resume en algo más sencillo y que va asociado a cumplir años y a la seguridad en uno mismo, ahora solo me visto con lo que me gusta, lo que me hace sentir bien, sin pensar en el qué dirán o en lo que usan otros, quizás he aprendido a ignorar los "¿Dónde vas tan guapa hoy lunes?" Y he aprendido a decir bien alto, "¡Pues donde me de la gana!".


Buen lunes a todos :)


Pd.- Tengo otro post en la recámara de los mitos que me paso por el alto de la tapia del cambio de armario, si no lo hago luego me recordáis, puede dar mucho juego.


lunes, 23 de abril de 2018

Leer es sano...

Si no te lo ha dicho el médico te lo digo yo

Me encanta el día del libro, bueno en general me encantan los libros, no puedo remediarlo, leo novela negra y colecciono libros en general, los que colecciono no tengo porque leerlos del tirón, ni tan siquiera acabarlos si no lo estimo oportuno, son de ilustraciones, de marketing, de gente famosa que admiro o me intriga, de pintura, son libros, eso los une y me une a ellos.

Llevaba unos meses alejada de la lectura, muy alejada de la lectura, me refiero a leer libros como tales, porque leo periódicos, revistas, blogs, redes sociales, leo, leo, leo,… Pero el gesto de parar, apagar la pantallita y leer de una hoja de papel estaba desterrado de mi rutina.
Y llega un día que te da el ansia viva, esa que nace de las tripas, esa que o te vas a comprar un libro en ese momento o te sale un grano del puro cabreo que emana de ti porque esa noche en tu mesita no habrá nada motivador.
Tenía que ser un libro que mereciera la pena, tengo unos cuantos empezados, pero si están en ese estado por algo será, los que no se terminan en su momento no se terminan nunca, al menos así es mi relación con ellos. Por lo tanto me fui a buscar una apuesta ganadora.

Tenía que tener unas características, tanto físicas como de contenido, concretas, lo primero, principal y obligatorio, tenía que ser novela negra, mis favoritas del mundo mundial, necesitaban un personaje atormentado y con un pasado oscuro intensito, me suelen gustar más los personajes masculinos pero una buena inspectora “trastornada” me motiva tanto o más que su reflejo masculino. Si se desarrolla en España mejor que mejor, las novelas negras en fiordos o en casinos y callejones traseros americanos me cuestan un poco más. Y como último requisito fundamental, tenía que ser de bolsillo, no tengo casi tiempo para sentarme en mi día a día, por lo tanto tiene que ser un formato que pueda llevar pegadito a mi y que no estorbe, para esos dos minutos libres al día que tengo poder leer por poco que sea, sí amigos el baño es el lugar ideal para no dejar un libro, total ir tenemos que ir igual.

En mi mente rondaba un título que me habían recomendado hasta la saciedad, tenía toda la confianza puesta en él, podían pasar dos cosas, que no me gustara y volviera a estar pegada al teléfono o que me enganchara y pesara sobre conciencia que llevaba meses sin leerme un libro y ahora no poder parar.

Tras una semana, y a punto de terminarme El Guardián Invisible de Dolores Redondo, puedo decir que lo que me aporta un libro es mucho más que cualquier otra actividad que creo que me hace desconectar pero en realidad lo que hace es mantenerme conectada incluso más todavía que si estuviera trabajando.

La Trilogía del Baztán me ha devuelto mi faceta devora páginas, ¿Cómo puedes estar alejada de algo que te gusta tanto y no darte cuenta? La pantallita me tenía absorbida, serán épocas pero espero que no vuelva a ser tan larga como ha sido esta, prefiero mis viejas costumbres, ea me hago vieja pelleja mayor.

Buen lunes a todos, feliz día del libro

Pd1.- No quería meterme en una historia que durara mil tomos, odio eso con todo mi patato ser, pero al ser solo tres creo que es la medida perfecta si la trama lo merece. 

Pd2.- Mientras escribía este post algo estaba pasando, el Sr. de las Patillas que vive conmigo se presentaba con un regalo por el día de libro en casa y... La segunda parte de la trilogía ya es mía, no tengo escapatoría he caído en la Magia del Baztán.

lunes, 16 de abril de 2018

De domingo, chino y peli

Lo que viene siendo la maravilla de las pequeñas cosas

Ayer vi por primera vez Los Puentes de Madison, algunos pensaréis que llevo siglos de retraso en cuanto al cine, y es completamente cierto, pero también es verdad que hay películas que ha merecido la pena esperar para verlas y entenderlas, dudo que las hubiera entendido como lo hice ayer hace diez años.

El señor que vive conmigo, sí el de las patillas, es un romántico, quizás de los pocos que queden con esa pinta de macarras y tan moñas por dentro, me la recomendó tanto que me parecía el plan perfecto del domingo por la tarde.

Aunque no teníamos cuerpo de madrugar el solecete y las terrazas hasta las banderas nos sacaron de la cama, unas cañas después mis ganas de cocinar eran completamente inexistentes, llevas toda la semana pensando que harás el domingo para comer y vas y dos cañas más tarde los propósitos se desvaneces. ¿Chino para llevar? ¡Hace!

El festín de tuppers redondos dispuestos sobre la mesa y la tele sintonizada en Castilla-La Mancha TV. Alucinada me quedé, y no por el número de gambas de los tallarines, no, la película me tenía sin aliento, cómo es posible mirarse así y no morirse de amor.


 Increíble.

Y sí, lloré.

Y entendí una frase que el de las patillas me dice siempre: "Sólo lo diré una vez. No lo había dicho nunca, pero esta clase de certeza solo se presenta una vez en la vida".

Buen lunes a todos :)

jueves, 12 de abril de 2018

Si te pierdes...

 Guarda un as en la manga

Que si te entra la nostalgia un silbido te acerque a ese buen amigo. Ese que te dice "econtraré la manera de llegar hasta ti". Para cuando se te pase ense ansia de soledad, que a todos se nos pasa, tarde o temprano se nos pasa.
 
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Luis Brea y el Miedo | Supermariachi

Hoy es ese día en el que no han ido a buscarte
Es una pena el de tu coronación
Has llamado y no responde nadie
Hoy es el silencio como contestación

Yo soy Supermarichi te vienes conmigo
te invito a un tequila soy un buen amigo
Y si la noche te aleja de mi
Sílvame, sílvame esta rancherita

Encontaré la manera de llegar hasta ti
Yo soy Supermariachi vivo en la carretera
Encontraré la manera de llegar hasta ti

Nos esperan en la fiesta del vino
Hoy es el comienzo de tu transformación
Vararemos en un trozo de caminos
Un amigo mío nos dará su bendición

Yo soy Supermarichi te vienes conmigo
te invito a un tequila soy un buen amigo
Y si la noche te aleja de mi
Silvame, silvame esta rancherita

Encontaré la manera de llegar hasta ti
Yo soy Supermariachi vivo en la carretera
Encontraré la manera de llegar hasta ti

Disimulando tú
Hasta que llego yo, disimulando

Encontaré la manera de llegar hasta ti
Yo soy Supermariachi vivo en la carretera
Encontraré la manera de llegar hasta ti

No existe el muro que me separe de ti.



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Buen jueves a todos :)